Revuelvo el equipaje,
de caminos andados,
y entre ropas y viajes,
tus ojos encuentro,
rojos, ¡tan rojos!
es una foto vieja…
Revuelvo la historia,
escrita por mis sienes,
-¡Ea! cada hueso ha sabido
aportar lo suyo... -
y tu alma conserva
entre las uñas mi olvido.
Revuelvo mis versos,
¡Qué desprolijo he sido!
Papeles escritos de hace tiempo:
-“¡nunca olvidaré
que te he querido!…
¿Durará para toda la vida?”-
Revuelvo mi cabeza,
¡Oh! cuanto laberinto encuentro.
Todo en la transición asoma,
todo en otoño es más bello.
Y ahí estás ahora, otra vez,
puñalito de plata - corazón extinguiéndose.
Revuelvo la nostalgia:
y tus manos están presentes,
tu piel, tus ojos,
tus cabellos...
y otra vez, como todas las veces,
al verte partir, despierto.
Elogio del aburrimiento
Hace 10 años